Uno de los defectos que más acusan los niños y que afecta a su autoestima son las “orejas de soplillo”. Este hecho se percibe a simple vista porque las orejas muestran una separación acentuada del cráneo y se exhiben sobresalientes y prominentes, ocasionando un profundo malestar en el paciente.

¿Qué es la Otoplastia?

La Otoplastia consiste en corregir la morfología de las orejas. Se trata de modificar el aspecto de las orejas porque los pabellones son prominentes o hay que reconstruir el lóbulo, disminuirlo o agrandarlo.

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Mediante la otoplastia el paciente podrá modificar la posición u orientación de la oreja al completo, o los elementos de la oreja con los que no esté a gusto, en tamaño u orientación. De esta manera conseguimos que la oreja esté en sintonía con toda la estética facial.

Tipos de Otoplastia

 Son muchos los tipos de otoplastia en función de la anomalía que presenten las orejas. Aquí os las explicamos.

– Otoplastia de orejas despegadas

Es la cirugía plástica más demandada entre los padres de aquellos niños que presentan “orejas de soplillo”. Hablamos de orejas despegadas cuando el pabellón auricular sobresale más de dos centímetros de los laterales de la cabeza. Es una alteración muy común.

Esta intervención quirúrgica se realiza practicando una pequeña incisión en la parte superior para remodelar el cartílago. Puede ser mediante unos puntos exactos o extirpando una porción para darle así una forma a la oreja más natural. Las cicatrices quedan por detrás de las orejas, pero resultan inapreciables.

 

– Otoplastia de oreja de Stahl

Esta cirugía plástica es la que corrige un cartílago demasiado delgado o que acaba en punta. Son las llamadas “orejas de elfo”. Este detalle que deforma la curvatura natural de tus orejas puede resultar antiestético. Para remodelar el cartílago auricular se realiza una incisión para corregir la forma de éste y plegarlo hasta conseguir el ángulo deseado. Una vez realizado el pliegue, se sutura, de tal forma que la incisión es prácticamente invisible.

 

Otoplastia de Criptotia

 Bajo este término se denomina a la medicina estética que corrige una alteración menos común. Hablamos de la depresión del borde superior del pabellón. Esto implica que el borde superior de tus orejas se dobla hacia abajo y hacia dentro de las mismas.  En este caso, las orejas quedan semi tapadas y poco separadas del cráneo. Por este motivo, se requiere un doble proceso de corrección de forma y posición.

 

– Otoplastia de Microtia

Con este término se designa la cirugía plástica que corrige las orejas pequeñas. Este tipo de operación es un poco más compleja porque en los casos más grave puede producir un bloqueo del canal auditivo, e incluso llegar al caso de ausencia global de oreja. Este último hecho se denomina anotia. Para solventar esta situación, se aplica una cirugía de reconstrucción en la que se aplican implantes que proceden del cartílago del propio paciente o bien, de material artificial.

 

– Otoplastia de deformación congénita o sobrevenida del lóbulo

Esta cirugía plástica de reparación del lóbulo es la que se centra en corregir los defectos que pueda presentar la zona de la oreja. Nos referimos a malformaciones de nacimiento o provocadas por el uso de pendientes, piercings u otras modificaciones corporales. Esta cirugía plástica se realiza mediante unas pequeñas incisiones y puntos internos en el área afectada.

Tipo de anestesia para la Otoplastia

Por lo general, en este tipo de cirugía plástica el tipo de anestesia que se aplica es local con sedación, pero en los casos de niños pequeños o pacientes nerviosos, se aplica la anestesia general. La duración de este procedimiento quirúrgico suele ser en torno a las dos o tres horas.

 

Riesgos de una Otoplastia

Se trata de una intervención quirúrgica mínimamente invasiva y segura, pero al tratarse de cirugía plástica, pueden surgir complicaciones asociadas.

Aquí te exponemos algunas:

Infección: No suele ser probable pero algunos pacientes pueden sufrir infecciones en la piel y en el cartílago, o que los puntos de sutura se infecten después de la cirugía plástica. Esto se soluciona con tratamiento antibiótico. En caso de aparecer tejido cicatricial, puede ser necesario intervenir el área con cirugía para eliminarlo.

Sangrado excesivo: El paciente puede sufrir durante o posterior a la intervención, un exceso de sangrado motivado por una pequeña incisión o por un acúmulo de sangre entre la piel y el cartílago auricular.

Asimetría: El rostro humano suele ser asimétrico. Esto quiere decir que con la otoplastia se trata de conseguir unos resultados naturales, pero si las asimetrías son muy evidentes, después de aplicar esta medicina estética, habrá que realizar otra operación para corregirlas.

En casos excepcionales puede ocurrir que, pasado el tiempo, si has sido paciente, tus orejas puedan sufrir un descolgamiento total o parcial debido a que algunos de los puntos internos se ha soltado. En dicho caso, también habría que volver a operar.

Problemas de cicatrización: La otoplastia suele ser una cirugía plástica con garantías, pero en ocasiones, el resultado no es el deseado por el paciente. El procedimiento exige incisiones mínimas, pero hay pacientes cuya piel o cartílagos no cicatrizan adecuadamente. En este caso, pueden aparecer cicatrices poco estéticas por su forma o tono. Estos pacientes que tienen tendencia a formar queloides pueden sufrir una cicatrización lenta combinada con picores, dolor o enrojecimiento. En otras ocasiones, la mala cicatrización se debe a que los puntos de sutura internos son rechazados, pero esta es una situación poco habitual.

Insensibilidad: Algunos pacientes han sentido ausencia o exceso de sensibilidad en la zona intervenida. El área operada es muy pequeña y no suele acarrear problemas graves. Puede darse el caso de sensibilidad al frío, por lo que será necesario proteger un poco más la oreja.

Dolor: Es poco frecuente que los pacientes experimenten dolor crónico en la oreja operada. El cirujano plástico le administrará medicación para aliviar y reducir las molestias.

Preguntas frecuentes

Aunque se puede realizar en adultos sin inconvenientes, la otoplastia está especialmente recomendada para niños, cuando tienen entre seis y catorce años de edad, debido a que en este rango de edades ya se han desarrollado las orejas casi por completo y se pueden lograr excelentes resultados para mejorar la estética y simetría de las orejas ya que el cartílago es más flexible y adaptable.

El procedimiento de otoplastia es relativamente sencillo y por lo general no presenta complicaciones. Se realiza usando anestesia general en niños y anestesia local en adolescentes y adultos. Normalmente se operan ambas orejas para lograr resultados más armónicos. En esta cirugía Se realiza una incisión en la parte posterior de la oreja, en la zona del pliegue y en ciertos casos se reduce el grosor o se elimina parte del cartílago para lograr la forma o posición deseada.

Después de esto, la oreja es moldeada y sujeta con puntos de sutura y finalmente, se le coloca al paciente un vendaje de apoyo que deberá mantener durante 2 o 4 semanas después del procedimiento, de acuerdo al caso.

Es muy importante mantener el vendaje ya que al no hacerlo, el paciente corre el riesgo de que las orejas vuelvan a su estado anterior. Por tratarse de un proceso ambulatorio, el paciente podrá ser dado de alta el mismo día de la cirugía.

Esto depende mucho de cada caso puntual, ya que las condiciones requeridas para obtener casos exitosos en niños, son diferentes a las esperadas en adultos. Dicho esto, esta cirugía será de alta efectividad en un pequeño, si:

  • Si el niño tiene buena salud y no tiene condiciones médicas graves.
  • Si el pequeño no padece de infecciones crónicas en sus oídos sin tratar.
  • Si el niño ya tiene más de cinco años. Esto se debe a que en aquella edad el cartílago de sus orejas ya cuenta con la suficiente resistencia y estabilidad como para lograr su corrección.

Por otro lado, si se desean notables resultados en casos de jóvenes o adultos, se espera de ellos que:

  • Tengan una salud estable.
  • No fumen.
  • Tengan objetivos claros y realizables sobre lo que desean lograr con el procedimiento.

En general, toda persona que disponga de orejas prominentes o “de soplillo” o que desee reposicionar o reducir el tamaño de éstas. Esta cirugía plástica se practica a pacientes de cualquier edad, pero en su mayoría a niños, entre los 4 y los 15 años.

La cirugía de orejas también está dirigida a personas que nacen sin una oreja o con una deformidad, o que incluso la han perdido por traumatismos o accidentes.

De cualquier forma, el paciente interesado tendrá una primera consulta con nuestro cirujano plástico para conocer su necesidad y explicarle el resultado final de la otoplastia, conforme a sus expectativas.

Acudir a una valoración médica para analizar si este es el procedimiento adecuado para el paciente. Allí se discutirá historial clínico, cirugías previas, síndromes hereditarios, entre otros.

Exámenes de laboratorio.

Ajustar o revisar el listado de medicamentos habituales, junto con el especialista, para analizar si su ingesta debe continuar o se debe modificar temporalmente.

Suspender el consumo de cigarrillo.

Evitar el consumo de aspirinas, así como de algunos antinflamatorios y suplementos naturales que el especialista indique, para que el sangrado no se incremente.

Consumir abundante agua.

Cuidar la piel de los rayos UV del Sol, empleando un bloqueador solar de alto SPF.
Solicitar a una persona de confianza ayuda, en lo referente a desplazamientos y tareas cotidianas, una vez finalice el procedimiento.

La otoplastia suele ser una medicina estética, mínimamente invasiva de recuperación rápida y poco molesta. Una vez finalizada la intervención, el paciente debe llevar un vendaje que le cubra la cabeza durante al menos cuarenta y ocho horas.

Durante los primeros días, el paciente puede notar molestia e hinchazón en la zona, pero nuestro cirujano plástico, el Dr. Edgar Quintero le recetará analgésicos.

Pasadas las primeras cuarenta y ocho horas y retirado el vendaje, el paciente debe llevar una cinta elástica durante un mes para mantener las orejas pegadas al cráneo y proteger la zona. En el caso de que el paciente emplee gafas, no debe usarlas durante cuatro semanas.

 

Para poder entregar al paciente los costos de este procedimiento, es indispensable realizar previamente una cita de valoración que permite determinar un presupuesto hecho a la medida de cada persona, elaborando una historia clínica con una cronología de sus anteriores procedimientos (en caso de que existan) y demás detalles que puedan resultar importantes antes de la intervención quirúrgica y que incluso pueden considerarlo no apto para la práctica.

La duración de éste diagnóstico, también proporciona conocer a fondo las especificaciones de la póliza de seguro que incluye cada uno de los procedimientos y sus beneficios.

La cita de valoración con el Dr. Edgar Quintero tiene un costo de: €0.

Ten en cuenta que esta valoración es indispensable ya que ayuda a evitar complicaciones postoperatorias que podrían poner en riesgo tu vida. Por ello, brindamos un diagnóstico médico con excelentes estándares de calidad y tecnología, basados en toda la información proporcionada por nuestros pacientes, para responder con claridad a todas las dudas de manera particular y personalizada.

Las incisiones pueden ubicarse en diferentes lugares, según los resultados que cada paciente desee. Habitualmente se llevarán a cabo en zonas poco visibles, como en los pliegues internos de la oreja o en la zona donde la cabeza se conecta con el área posterior de la orejas.

Así es. Lo más común, es utilizar anestesia general, aunque hay casos en que se puede acudir a anestesia local. Las decisiones de esta clase serán evaluadas entre el especialista y cada paciente.

Durante el mismo día del procedimiento y antes de su realización, es fundamental mantener un ayuno absoluto. No se pueden ingerir alimentos; `puede consumir agua hasta 4 horas antes del procesimiento.

A menos que haya incidentes graves que afecten la disposición, proporción o forma de las orejas del paciente, los resultados deben ser permanentes, teniendo en cuenta que los cuidados posteriores deben ser imprescindibles.

Sangrado o hematoma, infección o absceso, dehiscencia o reapertura de la herida después de la cirugía. cicatriz hipertrófica o excesivamente visible, retraída o dolorosa en la cara posterior del pabellón auricular. Asimetría (diferencia) de los pabellones mayor a la preexistente. Vomito frecuente en el postoperatorio, sobretodo en niños de menos de siete (7) años, lo cual se maneja con medicamentos. Inconformidad del paciente con el resultado obtenido (en tamaño y proyección del pabellón auricular). Inconformidad con el resultado final con respecto a la expectativa de la paciente.

No es conveniente someterse a una medicina estética de Otoplastia en pacientes que padecen patologías autoinmunes o fibromialgia, patologías o antecedentes trombótico, infecciones de tipo bacteriano o fúngica en la piel, así como anemia aguda o crónica o desnutrición. Asimismo, se descartaría una otoplastia en pacientes que sean fumadores con consumos de un paquete en quince días u otras drogas alucinógenas.

Es importante resaltar que la otoplastia tampoco resuelve la sordera al no tratar cuestiones relativas al conducto auditivo.

A muchas personas le preocupa la posibilidad de perder la audición al plantearse una cirugía de orejas. Esta posibilidad de operarse no debe motivar miedo en absoluto. La otoplastia se centra en modificar la parte externa de las orejas o pabellón auricular. No interviene en el canal auditivo por lo que el riesgo de pérdida de audición es prácticamente inexistente.

De cualquier forma, cuando se modifica la concha de la oreja, la audición puede verse alterada. Por este motivo, el cirujano para prevenir cualquier riesgo, le realizará un exhaustivo estudio y le solicitará pruebas sobre la anatomía del paciente para adoptar las medidas que sean necesarias.

El contenido de esta sección es únicamente de carácter informativo. Los resultados y recomendaciones del procedimiento de Otoplastia pueden variar entre los pacientes, conforme a las condiciones físicas específicas entre los mismos. Por este motivo, es necesario insistir sobre la necesidad de realizar un seguimiento riguroso de las pautas indicadas por el Dr. Edgar Quintero antes, durante y después de la cirugía.

Todos los tiempos indicados en esta sección, así como duración del procedimiento, tiempo de recuperación, uso de fajas o medicamentos entre otros, pueden variar según la tipología del paciente.

Si desea obtener información más detallada sobre resultados, duración, preparación, incapacidad, contraindicaciones, riesgos u otras dudas, le recomendamos que contacte con nosotros.

Solo en la cita de valoración y tras los exámenes médicos propios autorizados para la intervención, se podrá entregar al paciente toda la información precisa relativa a la Otoplastia, que se va a practicar en cada caso.

En relación con el precio del procedimiento de Otoplastia puede variar, según las condiciones propias de cada paciente. Será en la cita de valoración cuando se podrá entregar el coste preciso de este tratamiento.

Todos los testimonios, vídeos e imágenes de antes y después que se muestran en esta sección, corresponden a resultados y experiencias realizadas por el Dr. Edgar Quintero a pacientes específicos. Los resultados de los tratamientos y/o procedimientos pueden variar en cada persona.